martes, 22 de junio de 2010

Comunicación negativa y efecto bumerán



Entrar con el pie en alto en el juego de la comunicación destructiva puede tener un efecto bumerán en la campaña por la alcaldía de Lima. Si los seguidores de Alex Kouri creen que ganan apoyo para su líder con mensajes orientados a minar la imagen de Lourdes Flores, se equivocan de cabo a rabo. La hoja de vida del postulante de la “L” también tiene manchas, incluso más pronunciadas.

En temporada electoral, los mensajes negativos constituyen un recurso inevitable; es cierto. Pero aun ellos deben responder a una estrategia con metas y objetivos claros. El riesgo de dejar estos contenidos a la libre creatividad de los activistas espontáneos y los ayayeros profesionales que pululan en la red es muy alto.

¿Quién se favorece con estas piezas de “comunicación”, sazonadas con más hígado que criterio? A la larga, la “antipropaganda” –en uno y otro sentido— termina por desnudar las flaquezas de los dos punteros en las encuestas, ninguno de los cuales puede atribuirse a estas alturas la representación de la decencia.

“¡Miren, qué corrupta es esta señora!”, parece ser el mensaje de la “PPC card”. Pero, ¿qué le ofrecen a cambio a los electores hastiados de la corrupción: el escándalo del peaje de Faucett; los sillones de cuero de la salita del SIN; un hermano que se mete al bolsillo 15 mil dólares de la mafia del “Doc”?

La Teoría del Dominó, que se aplica con buenos resultados en la publicidad de bienes y servicios, tiene efectos limitados en el terreno de la comunicación política. Los mensajes llevan al conocimiento, el conocimiento determina actitudes y las actitudes desembocan en conductas. Funciona con el café y el detergente; pero con aspirantes de pasado y presente controvertidos, nada garantiza el voto a favor.

Pese a su ventaja de más de 10 puntos en los sondeos, Flores no debería sentirse tan segura de esas cifras. La reciente incorporación de “hijitos queridos” en su lista de regidores no ha sido bien recibida por un sector importante de electores, principalmente jóvenes, que encuentran en esos tratos una capitulación con los estilos tradicionales de hacer política. En realidad –podría uno decir— nada más tradicional que una candidata con cuatro campañas previas y ningún triunfo propio en su haber.

No obstante, en este caso, salva a Lourdes Flores el que Kouri haya hecho algo similar con los parientes de su casero político. De cualquier forma, habrá que esperar a la siguiente encuesta seria para saber cuál es el costo-beneficio de estos jales sorpresa.

Quienes podrían salir beneficiados de este mejunje pre electoral son los llamados “candidatos chicos”: Susana Villarán, Fernando Andrade, Luis Iberico, María Eugenia de la Puente. Todo dependerá de cómo planteen sus propias estrategias de campaña. Parafraseando a un narrador de fútbol, ahora que estamos en pleno mundial, me animo a afirmar: Un candidato más con posibilidades va a haber.

No hay comentarios: